Qué grata sorpresa me dio esta película mexicana. La verdad no esperaba mucho y fui con poca convicción a verla. Había escuchado muchos comentarios buenos pero yo pensaba que eran cebollazos por ser de Diego Luna y no; la gran mayoría de los comentarios fueron acertados.
El final no me convenció mucho, pero era el final lógico. La verdad es que no me convenció porque después de tanto reírme de pronto fue como... "¿Qué?, ¿Ya?, ¡Buuuu!", pero, como ya mencioné, era lo que podía esperarse.
¡Las actuaciones son buenísimas!, el niño que sale de Abél tiene unos cambios de actitudes tan bien hechos que ¡mueres de risa! y es que, a su corta edad, verlo actuando de esa manera es, francamente, de risa loca. Otro que me robó el corazón fue el que sale de su hermanito (que por las ruquitas que estaban sentadas junto a mi, me enteré de que son hermanos en la vida real), lo único es que hay cosas que no se le entienden y es una gran pérdida porque ¡sus comentarios son priceless!
Definitivamente es una película que merece ser apoyada, si no por la industria, sí por los espectadores. Así que ¡¡ve a verla en cuanto puedas!! Al menos unas cuantas sonrisas dibujará en tu cara.
Le pongo:
De acuerdísimo! Creo que lo que demuestra que es muy buena es el hecho de que las salas siguen llenas de gente para verla. Toda una sorpresa!
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