viernes, 17 de abril de 2009

Messenger


Viajar en transporte público o simplemente caminar por las calles de la gran ciudad pueden ser una experiencia urbana muy enriquecedora e, incluso, pueden llevarte a reflexiones un poco inesperadas por lo que ves a tu alrededor.

Estando en el Metrobus escuché a una pareja de adolecentes que discutían. La verdad no presté atención al tema de la discusión pero llamó mi atención el final de la conversación:

Ella: ¿No me vas a decir?
Él: Sí, sí te voy a decir. Pero te lo digo al rato.
Ella: ¿Por qué al rato?, ¿al rato cuando?
Él: Al rato que llegue a mi casa. Te lo digo por messenger.

¡Osea!, ¡¿como?!, ¡que alguien me explique!. En general uno dice: "si te voy a decir, pero por teléfono no" (o, en su defecto, por messenger no); estaban frente a frente, ¡caray! y este chico se estaba escudando detrás de una computadora. ¿Qué clase de herramienta es el messenger? Jamás había pensado que fuera una para cobardes que no quieren decir las cosas de frente, gente que no tiene la suficiente responsabilidad para asumir lo que dice frente a frente. ¡La verdad es que me asustó pensar todos los tipos de usos que éste puede tener!, pero supongo que a final de cuentas es como un cuchillo cebollero, habemos quienes lo usamos para cortar ajos, tomates y perejil y hay quienes lo usan como arma para asaltar.

En fin, cada quien lo usa como quiere y supongo que día a día se van descubriendo nuevos usos para las cosas (como quien usa el cuchillo cebollero para abrir una lata sin importar que le jode el filo, la punta y lo enchueca).

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